UB: Publicada la primera història de la geologia espanyola
Manuel Julivert acaba de publicar la primera síntesis de la historia de la geología española, del siglo XVIII hasta la actualidad. Enfocada sobre todo desde la perspectiva catalana, Una historia de la geología en España (Publicacions i Edicions de la UB, 2014) hace especial hincapié en el papel que desempeñaron a lo largo del siglo XX la Universidad de Barcelona y la llamada escuela geológica Barcelona. El libro se presenta en el Aula Magna de la Facultad de Geología de la UB /c/ Martí i Franquès, s/n ) el próximo miércoles 29 de octubre, a las 12 horas.
En el acto intervendrán el Dr. Pere J. Quetglas, vicerrector de Comunicación y Proyección; el Dr. Lluís Cabrera, decano de la Facultad de Geología; Josep M. Camarasa, expresidente de la Sociedad Catalana de Historia de la Ciencia y de la Técnica (Instituto de Estudios Catalanes); el Dr. José Ramón Martínez Catalán, catedrático del Departamento de Geología de la Universidad de Salamanca, y Manuel Julivert, autor del libro y catedrático jubilado de Geología Estructural de la Universidad de Oviedo y de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Los inicios de la geología española se remontan a la Ilustración, momento en el que, a pesar del poco interés que mostraban las universidades por el conocimiento científico, se formaron sociedades privadas que se dedicaban tanto al cultivo como a la enseñanza de la ciencia y que concedían becas para estudiar en el extranjero, en especial en la Academia de Minas de Freiberg. Este período llega hasta las primeras décadas del siglo XIX, cuando, coincidiendo con las turbulencias del momento político y la emancipación de las colonias americanas, se produjo un estancamiento de la geología en España. Julivert remarca el agravio que suponía la inexistencia de universidad en Barcelona y el beneficio que supuso su recuperación a partir de 1837.
Fue a partir del segundo tercio del XIX cuando tuvo lugar la eclosión de la geología en España, con la consolidación de las instituciones que la impulsaban, la confección del mapa geológico de la península a escala 1: 400.000 y la publicación de estudios regionales de importancia (Galicia, Aragón, Madrid, Cataluña), así como de la primera síntesis sobre la geología en España por Ezquerra del Bayo en 1850. Por otra parte, entre el último cuarto de siglo XIX y principios del XX, en Cataluña se desarrolló una geología autóctona al margen de los organismos oficiales, fruto de dos intereses coincidentes: la voluntad del obispado de Barcelona de cristianizar la ciencia en Cataluña, y la de la Diputación de Barcelona de disponer de un mapa geológico de la provincia, consciente de los beneficios que podía suponer para la economía. Esta tarea fue continuada por la Mancomunidad con la creación del Servicio del Mapa Geológico de Cataluña, que fue suprimido —como el resto de instituciones propias— en 1923 con la dictadura de Primo de Rivera.
El siglo XX trajo consigo el desarrollo de la investigación y el asentamiento definitivo de la geología universitaria, con las cátedras de Vilanova y Piera en Madrid y la de Odón de Buen en Barcelona. Pero, si bien la incipiente escuela de Madrid se truncó a causa de la Guerra Civil, en Barcelona la investigación geológica se reanudó durante los duros años de la posguerra gracias a la figura del geógrafo y geólogo Lluís Solé, que ejerció de auténtico maestro y catalizador de una serie de talentos como Noel Llopis, José Fernández de Villalta, Josep M. Ribera, Josep M. Fontboté y Miquel Crusafont, los cuales conformaron el núcleo de la escuela geológica de Barcelona. La expansión económica de los años sesenta y setenta permitió la incorporación de jóvenes investigadores, discípulos de esta escuela, a las universidades de Granada, Oviedo, Madrid, Salamanca, Zaragoza y la Autónoma de Barcelona, entre otras, lo que dio un fuerte impulso a la investigación académica y la docencia de la geología.
La geología española, a pesar de que durante toda su historia se haya mantenido al margen del progreso general de esta ciencia, ha logrado actualmente incorporarse a la comunidad internacional. Y el autor aboga por que la actual crisis económica no signifique un nuevo retroceso.
Manuel Julivert (Reus, 1930) se licenció en Geología en la Universidad de Barcelona y se doctoró en la Universidad de Oviedo, bajo la dirección de Noel Llopis. Vivió unos años en Colombia, donde ejerció de profesor en la Universidad Industrial de Santander y en la Universidad Nacional de Bogotá, y donde realizó investigaciones sobre la cordillera de los Andes. De nuevo en España, se convirtió en catedrático de Geología en la Universidad de Oviedo y, posteriormente, en la Universidad Autónoma de Barcelona. Ha realizado estudios importantes sobre la cordillera Cantábrica y las montañas de Cataluña, y también sobre el Alto Atlas, en Marruecos (en 2003 publicó El Sáhara, tierras, pueblos y culturas). Es miembro de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona.
En el acto intervendrán el Dr. Pere J. Quetglas, vicerrector de Comunicación y Proyección; el Dr. Lluís Cabrera, decano de la Facultad de Geología; Josep M. Camarasa, expresidente de la Sociedad Catalana de Historia de la Ciencia y de la Técnica (Instituto de Estudios Catalanes); el Dr. José Ramón Martínez Catalán, catedrático del Departamento de Geología de la Universidad de Salamanca, y Manuel Julivert, autor del libro y catedrático jubilado de Geología Estructural de la Universidad de Oviedo y de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Los inicios de la geología española se remontan a la Ilustración, momento en el que, a pesar del poco interés que mostraban las universidades por el conocimiento científico, se formaron sociedades privadas que se dedicaban tanto al cultivo como a la enseñanza de la ciencia y que concedían becas para estudiar en el extranjero, en especial en la Academia de Minas de Freiberg. Este período llega hasta las primeras décadas del siglo XIX, cuando, coincidiendo con las turbulencias del momento político y la emancipación de las colonias americanas, se produjo un estancamiento de la geología en España. Julivert remarca el agravio que suponía la inexistencia de universidad en Barcelona y el beneficio que supuso su recuperación a partir de 1837.
Fue a partir del segundo tercio del XIX cuando tuvo lugar la eclosión de la geología en España, con la consolidación de las instituciones que la impulsaban, la confección del mapa geológico de la península a escala 1: 400.000 y la publicación de estudios regionales de importancia (Galicia, Aragón, Madrid, Cataluña), así como de la primera síntesis sobre la geología en España por Ezquerra del Bayo en 1850. Por otra parte, entre el último cuarto de siglo XIX y principios del XX, en Cataluña se desarrolló una geología autóctona al margen de los organismos oficiales, fruto de dos intereses coincidentes: la voluntad del obispado de Barcelona de cristianizar la ciencia en Cataluña, y la de la Diputación de Barcelona de disponer de un mapa geológico de la provincia, consciente de los beneficios que podía suponer para la economía. Esta tarea fue continuada por la Mancomunidad con la creación del Servicio del Mapa Geológico de Cataluña, que fue suprimido —como el resto de instituciones propias— en 1923 con la dictadura de Primo de Rivera.
El siglo XX trajo consigo el desarrollo de la investigación y el asentamiento definitivo de la geología universitaria, con las cátedras de Vilanova y Piera en Madrid y la de Odón de Buen en Barcelona. Pero, si bien la incipiente escuela de Madrid se truncó a causa de la Guerra Civil, en Barcelona la investigación geológica se reanudó durante los duros años de la posguerra gracias a la figura del geógrafo y geólogo Lluís Solé, que ejerció de auténtico maestro y catalizador de una serie de talentos como Noel Llopis, José Fernández de Villalta, Josep M. Ribera, Josep M. Fontboté y Miquel Crusafont, los cuales conformaron el núcleo de la escuela geológica de Barcelona. La expansión económica de los años sesenta y setenta permitió la incorporación de jóvenes investigadores, discípulos de esta escuela, a las universidades de Granada, Oviedo, Madrid, Salamanca, Zaragoza y la Autónoma de Barcelona, entre otras, lo que dio un fuerte impulso a la investigación académica y la docencia de la geología.
La geología española, a pesar de que durante toda su historia se haya mantenido al margen del progreso general de esta ciencia, ha logrado actualmente incorporarse a la comunidad internacional. Y el autor aboga por que la actual crisis económica no signifique un nuevo retroceso.
Manuel Julivert (Reus, 1930) se licenció en Geología en la Universidad de Barcelona y se doctoró en la Universidad de Oviedo, bajo la dirección de Noel Llopis. Vivió unos años en Colombia, donde ejerció de profesor en la Universidad Industrial de Santander y en la Universidad Nacional de Bogotá, y donde realizó investigaciones sobre la cordillera de los Andes. De nuevo en España, se convirtió en catedrático de Geología en la Universidad de Oviedo y, posteriormente, en la Universidad Autónoma de Barcelona. Ha realizado estudios importantes sobre la cordillera Cantábrica y las montañas de Cataluña, y también sobre el Alto Atlas, en Marruecos (en 2003 publicó El Sáhara, tierras, pueblos y culturas). Es miembro de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona.