CfP: Dossier Culturas Psi, “Sexo-Género/Saberes
Editora invitada: Lucía Ciccia
El concepto de género se ha vuelto crecientemente
relevante en los procesos de producción de conocimiento de diversas
disciplinas; pero esto ha implicado, a su vez, un uso heterogéneo del término.
En la investigación biomédica, por ejemplo, sexo y género suelen utilizarse de
manera intercambiable; además, el género es interpretado como la consecuencia directa del sexo, entendiendo este
último como resultado de nuestra constitución biológica. En contraste, desde el
feminismo, el género es caracterizado como un constructo social. Sin embargo,
algunas corrientes feministas, si bien no de manera causal como la biomedicina,
asumen una relación simbólica entre el sexo y el género. En otras palabras,
aunque interpretan el género como aquello adquirido con el aprendizaje, dicho
aprendizaje termina por remitir a un determinado sexo, entendida la sexualidad
en términos dicotómicos (“hombre-mujer”).
El criterio de sexo de acuerdo a una lectura
biológica dicotómica de los cuerpos suele ser ampliamente aceptado en el marco
de las ciencias sociales y humanidades y aun, en muchos casos, desde los
llamados “saberes psi” (psiquiatría, piscología, psicoanálisis, neurociencias).
En contraste, el feminismo posmoderno, los estudios trans* y los estudios
queer, emergidos todos en la década del ‘90, comenzaron a cuestionar no sólo la
relación entre el sexo y el género, sino que también interpelaron la propia
noción de sexo, dando origen a los siguientes interrogantes; ¿Qué es el sexo?
¿Existen sólo dos? ¿Qué discurso legitima esta lectura
de los cuerpos basada en una concepción dicotómica de los sexos?
La exploración del sistema de sexo-género desde
esta perspectiva antiesencialista supone adentrarnos en la propia noción de
identidad. En este sentido, si bien existen múltiples categorías con las cuales
podemos identificamos (etnia, estatus social, ideología política, etc.), que
exceden las clasificaciones sexo-genéricas, hacia adentro
de dichas categorías el dispositivo de sexo-género
continúa siendo especialmente relevante en nuestra matriz identitaria. Es
decir, la construcción del género contiene el potencial de operar como una
identidad en sí misma. Este hecho
abre nuevos interrogantes: ¿Qué es la identidad? ¿Por qué hablamos de una
“identidad de género”? ¿Cuáles son las implicancias de esta matriz identitaria
en nuestros procesos de subjetivación? ¿Existe una identidad de “sexo”? En tal
caso, ¿Cómo interaccionan el sexo con el
género en la conformación de nuestra identidad?
Estos interrogantes han impactado en la producción
de conocimiento proveniente de las áreas psi, tales como la psicología, el
psicoanálisis y la psiquiatría. Desde dichos saberes, la necesidad de elaborar
herramientas para contribuir a nuevas formas de interpretar nuestros procesos
de subjetivación se vuelve fundamental. Los saberes psi pueden ofrecernos
estrategias para desarticular las normativas sociales que intentan homogenizar
la riqueza de nuestras prácticas.
El objetivo del presente dossier consiste en
contribuir al esclarecimiento de las reinterpretaciones de sexo, de género, y
del vínculo existente entre ambos, que se desprenden de distintas formas de
conocimiento. En particular, nos interesan estudios que aborden el problema
“sexo-género”, tanto desde las perspectivas planteadas por los diversos
feminismos y los estudios queer y trans*, como desde los “saberes psi”
(psiquiatría, psicoanálisis, psicología, neurociencias), la sociología, la
antropología y la historia.
Los trabajos deben ser originales, y abordar temas
vinculados a las relaciones entre género y sexo desde cualquier forma de
conocimiento. Se aceptan tanto trabajos de índole histórica como teórica. Todos
los trabajos recibidos serán sometidos a evaluación externa. Aunque este
dossier, como todos los de la revista, seguirá abierto mientras recibamos
contribuciones, la fecha límite para ser considerados para el número de
setiembre de 2018 es el 1 de junio de 2018.
Call for papers: Dossier
“Sex-Gender/Knowledge
Guest Editor:
Lucía Ciccia
Gender has become an increasingly relevant concept for the
production of knowledge by different disciplines. This relevance, however, has
resulted in a heterogeneous use of the term. In biomedical research, for
instance, sex and gender are frequently used as interchangeable expressions. Moreover,
gender is usually conceived of as a direct
consequence of sex, understanding the latter as a result of our biological
constitution. In contrast, feminism conceives gender as a social construction.
Yet, some feminist currents accept the existence of a symbolic relationship between sex and gender, although this
relationship does not emerge from a causal connection, as it is the case in
biomedicine. In other words, although those feminists interpret gender as something acquired through learning, such
learning is sometimes associated to a specific sex. Therefore, in spite of the
introduction of a constructive idea of gender, in this view, sexuality
continues to be visualized in dichotomous terms (i.e.“man- woman.”)
The conceptualization of sex according to the biological and/or
dichotomous view has been widely accepted by the social sciences, the
humanities and, in many cases, by the so-called “psy knowledges” (psychiatry,
psychology, psychoanalysis, neurosciences). In contrast, postmodern feminism,
trans* and queer studies, emerging in the 1990s, started to question not only
the relationship between sex and gender, but also the very notion of sex, thus triggering the
following questions: what is sex? Are there only two sexes? What discourses
legitimate this dichotomous reading of the bodies?
Exploring the sex-gender system from this anti-essentialist
perspective forces us to address with fresh eyes the very notion of identity.
Although people construct their identities through categories that go beyond
the sex-gender classification (ethnicity,
social
status, political ideology, etc), within these categories the sex-gender
dispositive is still a crucial element of the identitarian matrix. This fact
generates a new set of questions: What is identity? Why do we speak about a
‘gender identity’? Which are the implications of this identity for the
construction of an identitarian matrix that defines the process of
subjectivation? Is there a ‘sex’ identity? In such case, how do sex and gender
interact in the conformation of our identity?
The
present dossier seeks to contribute to a better understanding of the
relationship between sex and gender and their conceptualization. In particular,
we are interested in studies that focus on the “sex-gender” issue from the
perspectives of the different feminisms, queer and trans* studies, the “psy
knowledges” (psychiatry, psychoanalysis,
psychology, neuroscienes), sociology, anthropology and history.
The
articles must be original. We accept submissions that address the issue from a
historical or a theoretical perspective. All papers will be submitted to an
external, double-blind review. Although the dossier will remain open as long as
we receive contributions, the deadline for being considered for the September
issue is June 1, 2018.